La Cooperativa denuncia que habría empresarios privados interesados. El 1 de agosto de 2017 vence la concesión.
El presidente de la cooperativa eléctrica CALF, Carlos Ciapponi, salió a marcarle la cancha al municipio ante la falta de una revisión integral de la tarifa y aseguró que “hay gente dando vuelta que se quiere quedar con el servicio eléctrico. Van a buscar rescindirnos el contrato”.
El 1 de agosto del próximo año el contrato de concesión por diez años de CALF llegará a su fin, y mientras para las autoridades de la cooperativa será el momento de debatir algunos puntos flojos como el alumbrado público, Ciapponi aseguró que ya habría empresarios privados de otra provincia interesados en reemplazar a la cooperativa.
Según contó las versiones que le han llegado dan cuenta de empresarios bonaerenses vinculados a los servicios eléctricos. En ese escenario Ciapponi graficó como un “tironeo” la discusión por la tarifa del servicio y remarcó que “no me importa el costo político, esto no es electoral, sino que hay muchos costos que CALF solo puede pagar con más tarifa.”
Enfatizó que “desde el 2014 el Concejo Deliberante no revisa la estructura de costos a pesar de que por contrato tiene que hacerlo todos los años”. El último pedido de incremento presentado al municipio a principios de mes ronda el 50%.
“Nos tratan como si fuéramos un ministerio pero la inflación nos afecta igual que a los demás servicios concesionados a los que sí les aprueban los aumentos”, explicó. Y advirtió que “en este momento estamos haciendo obras por 120 millones de pesos que la verdad no sabemos cómo las vamos a pagar”.
Ciapponi anticipó que “estamos analizando vender algunas propiedades ociosas que tenemos”, y aseguró que “el alumbrado público nos deja un déficit de un millón de pesos por mes, porque nosotros le cobramos a los afiliados un total de 2,3 millones de pesos pero de esa plata el municipio nos deja 500.000 pesos y el resto se lo quedan”.
Si bien en lo que va del año la tarifa eléctrica ya se incrementó tres veces, en un caso a raíz de la quita de los subsidios nacionales, Ciapponi reconoció que la situación económica de la principal cooperativa eléctrica del país está en “un cuello de botella”.
“Los aumentos dados son solo por los costos salariales que están contemplados en la cláusula gatillo establecida por ordenanza, pero nosotros tenemos muchos más costos que pagar y por ejemplo a Cammesa si le pagamos con un día de demora ya nos cobra una multa”, indicó y señaló que “si el Concejo Deliberante hubiera tratado la estructura de costos a tiempo las subas podrían haber sido graduales”.
La prestadora local analiza poner en venta tierras ociosas para hacer frente a los altos costos. El alumbrado público deja un déficit de un millón de pesos.
Cambio de figuritas con la luz y el teléfono
Ciapponi quiere intercambiar con la Cooperativa de Plottier el servicio de teléfonos que CALF tiene en esa localidad por el tendido eléctrico que la entidad de Plottier tiene en las Valentinas.
El “trueque” es visto con bueno ojos por ambas partes dado que Plottier busca impulsar el servicio telefónico con internet y el traspaso a CALF de ambas Valentinas le permitiría incorporar más usuarios.
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