La construcción de la cuarta y la quinta centrales atómicas que proyecta construir la Argentina a partir de 2018 elevarán a 11% el aporte de la energía nuclear al sistema eléctrico, que actualmente penas supera el 4%, pero además reducirá el uso de combustibles fósiles en equipos de generación de alta ineficiencia y contaminantes para el medio ambiente.
Así lo resaltó a Télam el director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), Fabian Ruocco, la entidad que realizó el Estudio de Impacto Ambiental para la extensión de vida de la Central Nuclear de Embalse y el Plan Estratégico 2015-2025 para la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. que incluye la construcción de las nuevas centrales.
El directivo anticipó su rechazo a posibles cuestionamientos de la instalación de la quinta central en Río Negro al apuntar que «quienes alimentan el pensamiento mágico de la Patagonia pura nada dicen de la actividad petrolera y la minera que resultan muchos menos controladas y mucho más contaminantes que la energía nuclear».
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