En su paso por la ciudad, el actor habló de su lucha contra las adicciones y se refirió a las críticas que recibió en las últimas semanas, tras la presentación de su novia y su participación en un documental sobre terraplanismo: «En el medio donde trabajo el consumo de drogas y de mentiras está a la orden del día».
Gastón Pauls llegó a Neuquén para contar en primera persona su lucha contra las adicciones y ayudar a quienes aún no se reconocen como adictos.
Luego de colmar el salón de la Sociedad Vecinal Unión de Mayo con su charla «Este soy yo», el actor partió rumbo a Andacollo para compartir su mensaje en la Escuela 28 de esa localidad. En tanto, el martes a las 12, volverá a contar su historia de vida en Polideportivo de Loncopué.
La actividad fue organizada por la cooperativa Calf y la Subsecretaría de Adolescencia y la Niñez de la Provincia.
«Mi vínculo con Neuquén está directamente asociado con el placer porque vine de vacaciones varias veces. Fui a San Martín de los Andes, Caviahue, Copahue, incluso también a esta ciudad. Es un lugar que conozco y que quiero porque siempre la paso bien», dijo el actor en diálogo con LM Neuquén, luego del cálido recibimiento que le dieron el intendente, Guillermo Monzani; el presidente de la comisión Unión de Mayo, Gustavo Ancafil; el titular de Calf, Carlos Ciapponi; la diputada provincial electa, Carina Riccomini; y Nadia Márquez, hija del pastor evangelista Hugo Márquez y concejal por el sobischismo.
«En este caso la razón es otra aunque tiene que ver con el placer de poder hablar sobre algo que durante mucho tiempo no pude decir. Como digo siempre: ‘dicción’ es decir y ‘adicción’ es no decir. El adicto no dice y durante mucho tiempo se guarda o se mete para adentro lo que en realidad podría compartir», planteó el también conductor radial. Precisamente, minutos después comenzó su charla hablando de su timidez, la imposibilidad de expresar sus emociones durante su infancia, ante la conflictiva separación de sus padres, y su incursión en el alcohol y las drogas en la adolescencia por su falta de capacidad para decir «no» y el clásico afán de querer tener un grupo de pertenencia.
«Dios o la vida me dieron la posibilidad de compartir eso. No es una comedia, no es placer, aunque sí es un placer poder compartirlo y saber que afecta de manera positiva a mucha gente. La situación no es grave, es absolutamente crítica en todo el país», advirtió Pauls antes de señalar que llegó a ver «nenes de 6 y 7 años consumiendo paco». En ese marco, enfatizó: «Tenía dos opciones: quedarme en casa, sabiendo lo que yo viví, o intentar ayudar, desde el lugar que se pueda, con un montón de otra gente que articula desde el lugar que puede».
«Lo que intento hacer es compartir mi experiencia para alertar que hay un camino y prevenir; para que un pibe o una piba de 12 o 14 años que esté a punto de consumir, sepa que es mortal, que no es joda, que es inmanejable. Cuando uno entra a un espacio de consumo, no es fácil salir. Eso no te lo anticipa el que te vende. Hay suicidios, sobredosis y no va a cambiar eso. No es que la cocaína, el paco o la heroína van a pegar mejor el año que viene, van pegando cada vez peor», subrayó.
El actor manifestó que tuvo que pasar por un «lento, dolorosísimo y oscuro» proceso para decir ‘basta’ y comprometerse con su recuperación. «No hay luz cuando uno consume, lo que empezás a ver es que cae gente al lado tuyo, porque mueren por sobredosis o suicidios. Pero también hay gente que dando algunos pasos empieza a recuperarse. Al principio no lo ves porque estás ciego, porque sos un zombi, estás muerto en vida. Pero cuando ves que algunos que consumían con vos, están rehaciendo su vida, empezás a despertar y decís: ‘Si ellos pudieron, yo también lo intento’. Eso es lo que quiero lograr, dar un mensaje de esperanza», postuló.
Pauls también se refirió a la gran exposición mediática que tuvo en las últimas semanas por la polémica que desató la edad de su novia, Camila Canicoba Jaimes (tiene 18 años), y su participación en Pitágoras, el documental que le da voz a los defensores del terraplanismo, la teoría que cuestiona las pruebas científicas que demuestran que el planeta Tierra gira sobre su propio eje.
«Yo tengo una relación con los medios bastante particular. Me distancio de cierto tipo de exposición. Pero cuando uno vuelve a asomar la cabeza dentro de los medios y contás ciertas cosas, hay gente a la que no le sirve que la gente pueda escuchar, despertar, dudar, pensar… y me van a atacar, es claro. Inmediatamente empiezan los disparos», sentenció.
«Pero tengo claro qué es lo que estoy haciendo, desde dónde lo estoy haciendo. Estoy convencido de lo que hago», remarcó, antes de deslizar que las críticas que recibe tiene que ver con la lucha que él emprendió contra las drogas.
«El enemigo es muy pesado. Cuando hablo del enemigo, me refiero a los que creen que no importa si un nene consume o no. En el medio donde trabajo, la cocaína, el consumo de drogas y de mentiras está a la orden del día. El que hace negocios necesita que las caretas estén bien puestas. El que consume drogas, al que no lo hace, le dice ‘careta’; cuando en realidad la careta es la droga y la mentira. Entonces cuando uno sale a decir ciertas verdades, hay mucha gente que no le gusta. Entre ellos, un montón que manejan los negocios y los medios de comunicación. Los conozco, he consumido con ellos», aseguró.
Consultado sobre cómo maneja su vínculos con el ambiente mediático, expresó: «La única relación y comunicación que quiero tener, desarrollar y profundizar es la que tengo con mis hijos, con mi pareja, con mi familia. Lo demás, más allá del poder que tiene, es virtual. Es un mundo virtual, no es mi vida diaria. Mi vida diaria son mis hijos, es el mirar a los ojos a una persona. En los medios de comunicación no se mira a los ojos».
Por último, Pauls señaló que no sabe cuáles son los mitos que giran en torno a su figura. «La gente que me puede mirar a los ojos sabe si yo miento o digo la verdad. Si siguen comprando info, mentiras, yo ni siquiera hablaría de mi, hablaría de ellos o de ellas. No crean todo lo que dicen los medios, los dije hace diez años en Todos contra Juan», recordó haciendo alusión a la serie que protagonizó en 2008.
«Hay una frase de Malcolm X, bastante más jugado que yo en algunas cosas, que dijo: ‘Hay que tener cuidado con el poder y el valor que uno le da a los medios porque van a terminar amando al opresor y odiando al oprimido'», concluyó.
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