La Cooperativa nació antes que Neuquén fuera declarada provincia. El entusiasmo de sus fundadores permitió que hoy cuente con más de 90.000 mil asociados directos y 300.000 socios indirectos. Con el correr de los años, CALF hizo un fuerte aporte en el sector eléctrico, y también a la cultura, el deporte, la educación, la salud, el medio ambiente y la tecnología. Es por tal motivo, que su impronta es reconocida a nivel nacional y por sus características única en Latinoamérica.
Corría el año 1929, en aquel entonces la ciudad de Neuquén cumplía un cuarto de siglo, cuando el intendente, Miguel Mango, inauguró el alumbrado público y domiciliario mediante la concesión otorgada a la firma “Piedimonti y Santamaría”.
A fines de 1930, esta firma transfirió la concesión a la “Compañía Sudamericana de Servicios Públicos” (Sudam), antecesora de “Usinas Unidas Ltdas” que luego compró las Usinas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, monopolizadas en aquel momento por Sudam.
Debido a los elevados costos, la población comenzó a plantear la necesidad de crear su propia usina como forma de proteger su economía. Así, a fines de julio de 1933, se promovió a través de un volante firmado por “varios vecinos” la convocatoria a una reunión en el Hotel Confluencia para intercambiar ideas.
El resultado de aquella convocatoria fue la creación de una comisión para el estudio y creación de la “Usina del Pueblo”. Al mes siguiente, se realizó otra reunión en el Cine La Armonía, donde se constituyó una comisión provisoría que difundió la formación de la denominada “Usina Cooperativa de Luz y Fuerza de Neuquén”.
El 17 de Octubre del mismo año, el Concejo Municipal, sancionó la ordenanza en la que adhería a la Cooperativa en formación y autorizó la suscripción de acciones. Paralelamente nació el periódico “Energía” con el objetivo de dar herramientas a la población sobre la importancia del cooperativismo.
El 17 de Diciembre de 1933, se llevó a cabo la Asamblea constitutiva, nuevamente en el Cine La Armonía, donde se aprobaron los estatutos y se procedió a la elección del primer Concejo de Administración. De esta manera, los vecinos de Neuquén capital del Territorio Nacional, inauguraron oficialmente su propia Cooperativa Eléctrica.
La Cooperativa del Pueblo, se puso en marcha mediante el aporte personal de 300 asociados. Luego en 1935, adquirió mediante licitación, el terreno para construir su edificio propio.
En 1937, se licitó la adquisición de motores para la planta de máquinas, así como de materiales y el tendido de las redes. Para poder lograr el propósito, directores y asociados pidieron un préstamo al Banco Nación de cien mil pesos moneda nacional y pusieron como garantía sus bienes personales.
Además, varios asociados hicieron un préstamo personal de diez mil pesos, para hacer posible la compra de los dos primeros grupos electrógenos y realizar el tendido de redes y su mantenimiento. Una camioneta Ford, un carro con escalera fija para revisar el alumbrado público y un camión Chevrolet, fueron los equipos iniciales de la Cooperativa.
Mientras tanto, el Concejo Municipal, el 31 de mayo de 1938 resolvió caducar definitivamente el contrato de concesión precario que había otorgado a la empresa “Usinas Unidas Ltdas.”
Bajo los conceptos de igualdad, solidaridad y democracia, CALF fue creciendo junto con la ciudad La fuerza y el coraje de aquellos primeros pobladores, fue trasladándose de generación en generación, defendiendo fervientemente su continuidad, sus bienes y su engrandecimiento.
El constante crecimiento de la ciudad, género que se realicen inversiones con moderna tecnología en las instalaciones y la renovación del parque automotor, para satisfacer la demanda del presente y futuro y a la vez darle confiabilidad a todo el sistema eléctrico de la ciudad.
Los miembros del Consejo de Administración continúan trabajando con mucha pasión, manteniendo los principios solidarios, implementando políticas destinadas al engrandecimiento y fortalecimiento de una de las instituciones más antigua y querida por todos los vecinos de Neuquén.
En ese sentido, el Servicio Solidario de Sepelios, acompaña a las familias neuquinas en el momento de dolor ante la pérdida de un ser querido, y actualmente se trabaja en la construcción de nuevas salas velatorias en tres barrios de la ciudad.
En tanto, el Servicio Asistencial de CALF (enfermería), realiza medicina social, preventiva, gratuita, abierta y solidaria, brindando calidez en la atención de los vecinos.
En el área de capacitación (IAC), los cursos de formación son una herramienta muy valiosa de conocimiento destinada a la búsqueda de trabajo y nuevos emprendimientos laborales.
Para estar a la altura de estos tiempos, las actuales autoridades, diseñaron un Plan de Sustentabilidad, donde se proyectó la inversión en un parque de energía solar; la compra de energía renovable a los parque eólicos de la provincia de Neuquén y en la participación en la generación hidráulica en Planicie Banderita.
A pesar de los altibajos y las difíciles situaciones que atravesó nuestro país, al cual Neuquén no escapa, la Cooperativa hizo su aporte y abrazo fuertemente a los vecinos y asociados que necesitaron de un abrazo solidario. De igual manera, así lo hizo con sus trabajadores, quienes no fueron la variable de ajuste en momentos donde la crisis económica y social se hacía sentir.