El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) sancionó con multas económicas a la firma transportadora de electricidad Transener y a las distribuidoras del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) Edesur y Edenor, y a las de las provincias de Salta, Edesa; de Córdoba, EPEC; y de Santiago del Estero, Edese, por sus responsabilidades en el apagón masivo (blackout) que se registró el 16 de junio de 2019, -en coincidencia con el Día del Padre- que afectó al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) y dejó sin servicio a todo el país durante varias horas.
Por su rapidez en su accionar y por contar con todo sus sistema preventivo en óptimas condiciones operativas CALF fue premiada con una compensación por 645 mil pesos.
«Todos sus sistemas actuaron en tiempo y forma, tal como establece el protocolo aplicable ante una emergencia» fue el argumento para premiar a CALF por su accionar ante un incidente.
Con respecto a las multas aplicadas a las grandes distribuidoras del país fueron oficializadas a través de las resoluciones N° 135, 136, 137, 140 y 141/2021 publicadas el viernes pasado en el Boletín Oficial.
El organismo regulador sancionó a Transener con una multa por $ 31,87 millones mientras que para Edenor la sanción alcanzó los $ 25.735.049; a Edesur por $ 13.079.307; a EPEC por $ 11.334.303; a Edesa por $ 2.613.899 y a Edese por $ 2.603.486, lo cual totaliza sanciones por $ 55.366.044.
El ENRE aclaró que las multas no se quedan focalizadas tan solo en estas empresas sino que «continuará llevando a cabo el proceso sancionatorio de los más de 300 agentes distribuidores y grandes usuarios del Mercado Eléctrico a los que ya se le formularon cargos; a los generadores por falla en el arranque en negro y desconexión anticipada; y al resto de transportistas involucradas en el hecho».
Desde el ENRE señalaron que «las conclusiones arribadas por este ente determinaron el incumplimiento de las obligaciones asumidas para la realización de corte por subfrecuencia conforme lo establecido en Anexo 35 de Los Procedimientos para la Programación de la Operación, el Despacho de Cargas y el Cálculo de Precios por parte de las Distribuidoras, provocó el colapso del sistema».
Al respecto, el informe del organismo determinó que «ante el inicio de las disminuciones de frecuencia y las oscilaciones de potencia en las instalaciones, la demanda de energía debía limitarse en proporción a los generadores conectados para restablecer el equilibrio».
«Cabe destacar que estos cortes de demanda son obligatorios para los agentes de sistema. Sin embargo, las distribuidoras y grandes usuarios no bajaron la demanda, y esta situación provocó la desconexión anticipada, o bien la desconexión prematura de generadoras», sostuvo el ENRE.
En su oportunidad, CALF reclamó una explicación de lo sucedido a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA) porque en Buenos Aires y el conurbano bonaerense el servicio se recuperó a las dos horas y los vecinos de Neuquén debieron de esperar más de 10 horas para que retornara la electricidad a sus hogares.
Su dimensión le valió entre los especialistas el nombre del «Apagón del Siglo», porque fue tan amplio que trascendió al territorio argentino y se extendió a sectores de Brasil y Uruguay, y porque 50 millones de personas resultaron afectadas, más que la población del país.
Los 868 minutos, poco más de 14 horas, que demandó restablecer por completo el SADI en todo el territorio, de acuerdo con el informe de Cammesa aún disponible en su página web que detallan las alternativas técnicas del apagón masivo, reflejan la complejidad del suceso.
El viernes pasado, el ENRE concluyó que «la acción negligente» de Transener fue la responsable del apagón masivo y decidió sancionar a la empresa debido a «las indisponibilidades de su equipamiento».
El ENRE, a través de las Resolución 03 del Área de Aplicación y Administración de Normas Regulatorios, determinó que «Transener incurrió en acciones contrarias a las obligaciones asumidas dada su particular condición de prestador monopólico del servicio público de transporte de energía eléctrica».
En este sentido, el ente, con apoyo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA), determinó que la transportista «incurrió en errores operativos que llevaron al sistema a una situación de colapso el 16 de junio de 2019, afectando la seguridad y confiabilidad del mismo».