Podemos decir que nuestra región nació merced al impulso, la fuerza y la tenacidad de sus pobladores. Así nació el Paraje Confluencia que años después fue la Capital de la Provincia de Neuquén. Así surgieron los barrios de nuestra ciudad. Con similares características se formó Balsa Las Perlas.
CALF cerró una etapa que germinó la mano solidaria que se extendía a un naciente poblado, producto de la familiaridad existente entre los pobladores y Neuquén.
El crecimiento sostenido de la región provocó que muchas familias migraran hacía un sector que seducía a aquellos vecinos que buscaban una forma de vida más tranquila con posibilidad de acceder a una parcela de tierra para construir una vivienda.
Ante la ausencia del Estado, y para dar una solución los propios vecinos solicitaron a CALF el suministro eléctrico. Con el correr de los años, las instalaciones ubicadas para prestar el servicio no alcanzaron para abastecer la creciente demanda del lugar. Entonces, los mismos habitantes accedieron al suministro (enganchados) con tendidos eléctricos sumamente precarios y con el consiguiente riesgo para la vida de las familias y sus bienes.
El Paraje Balsa Las Perlas significó para nuestra Cooperativa, la búsqueda constante de diversas alternativas para llegar a una solución definitiva, sin perjudicar a los pobladores, pero también pensando en los asociados de Neuquén.
Tomando como eje el mandato de la Asamblea de Delegados, con el compromiso de trabajar en reducir el déficit por pérdidas técnicas y no técnicas, la actual gestión trabajó sin descanso para cambiar esa realidad: 400 pesos mensuales de déficit.
El Consejo de Administración, puesto en funciones a fines de abril de éste año, desde un principio aseveró que “venimos a defender el patrimonio de todos los neuquinos” ahuyentando de esta manera los fantasmas disparados sobre supuestos planes la privatización.
El acuerdo logrado es una evidencia del trabajo serio, responsable y con un verdadero compromiso solidario con nuestros asociados y con los vecinos del Paraje, ya que se corrigió una situación de constante peligro para las familias allí asentadas y a la vez se ordenó una injusta distribución de las perdidas.
Balsa Las Perlas, es un paraje al cual se ayudó por más de dos décadas. Hoy, el crecimiento de Neuquén y de su demanda eléctrica impide seguir auxiliando, de una frágil manera, a una población que crece a pasos acelerados.
La distribución de energía eléctrica para el ejido de la ciudad de Neuquén se rige por un Contrato de Concesión, en donde existen derechos y obligaciones. Los tiempos cambiaron, las reglas de juego cambiaron. CALF no puede prestar el servicio en un distrito ubicado en otra provincia, porque no le corresponde. La Cooperativa ayudo a los vecinos del sector mientras pudo.
Las reglamentaciones, la situación económica-financiera de nuestra entidad y el aumento poblacional, exigen seguir planificando el incremento de la demanda de Neuquén para los próximos años como así también acompañar ese desarrollo con más y mejores servicios sociales.
El acuerdo alcanzado es histórico y servirá para que todos los pobladores del Paraje puedan acceder, no solo a un servicio eléctrico digno, sino que además se abre una gran posibilidad de reconocimiento, lo que va a posibilitar la llegada de los demás servicios: mensura, agua, gas, cloacas, es decir, pasar de la categoría de Paraje a una floreciente ciudad.