«En octubre llegaremos a un equilibrio. El acuerdo en Las Perlas y la mejora en la tarifa permitirán sanear el déficit mensual”.
La cooperativa CALF parece haber dejado atrás las turbulencias políticas para retomar sus temas más urgentes: el déficit financiero y la necesidad de obras. Tras el impasse que representó la gestión del exjefe de Policía, Juan Carlos Lepen, Fernando Garayo se muestra consolidado en la presidencia del consejo directivo y ya se anotó su primer logro: el acuerdo para que Río Negro preste el servicio en Las Perlas.
De todas formas, debe afrontar un rojo que ronda los tres millones de pesos mensuales, aunque cree que para octubre estará saneado gracias al aumento en la tarifa del 15%, que terminará de hacerse real en octubre.
La tradicional oficina que ocupó durante seis años el titular de CALF, Marcos Silva, ahora luce dividida: con durlock, se agregó un nuevo espacio para el vicepresidente. Las mismas réplicas de vanguardistas como el español Miró visten las paredes del ahora pequeño despacho, donde Garayo recibió a «Río Negro Energía».
–¿Cómo está la salud financiera de la Cooperativa?
–Tiene una situación financiera y económica complicada. Arrastramos una deuda y un déficit mensual, pero estamos trabajando en un plan estratégico de reducción de costos y revisión de actos administrativos.
–¿De cuánto es el déficit mensual?
–Llegó a ser 4,6 millones. Se bajó a 3 y ahora, a partir del acuerdo por la prestación del servicio en Las Perlas y la actualización de tarifas que se aplicará en forma plena en octubre, esperamos llegar a ese mes en equilibrio. También hemos hecho acuerdos con los proveedores. Hay un plan estratégico de largo plazo y contamos con el apoyo del personal. Vamos paso a paso, pero vamos a sanear y modernizar la cooperativa.
–¿Con esta situación se demorarán obras clave como la Estación Transformadora para el norte?
– No, esta obra se afrontará con fondos provinciales del EPEN. Es un aporte de 14 millones de pesos para una estación transformadora que construirán ellos y montaremos nosotros. Uno de los transformadores ya lo compramos, el otro se montará en 24 meses. Esto permitirá solucionar problemas en la zona norte y centro-este, incluyendo la Ciudad Judicial, el shopping y varios edificios. Por otro lado, si se llegara a aprobar la convergencia energética, presentamos un plan de trabajo ideal a Nación de entre 40 y 70 millones de pesos.
–¿Quién define ese ingreso?
–La Secretaría de Energía. Nosotros tenemos una realidad distinta del resto de las provincias: acá hay cinco cooperativas donde concesionan los municipios y hay que analizar caso por caso.
–Con el arreglo en Las Perlas, ¿se sacaron un lastre de encima?
–Arreglamos con las autoridades de Río Negro para traspasar el servicio. El crecimiento de Las Perlas fue importante, hay más de 2.000 casas, pero sólo 200 tienen medidor. Nos generaba una pérdida importante por un lado y, por el otro, había riesgos de incidentes. Ahora tendremos 90 días de transición en los que acompañaremos a la Provincia en el mantenimiento de las líneas. Pasados los 90 días, de este lado del río, pondremos un medidor y cobraremos la electricidad. Todo lo demás dependerá de ellos.
–¿La cooperativa será mayorista por primera vez en su historia?
–En cierto sentido sí. Oficiará de transportadora y les cobraremos un peaje a través de un medidor comunitario que se colocará cerca del puente que va a la zona de Las Perlas. Los 200 que tienen medidor, si quieren seguir teniendo los demás servicios que ofrece la cooperativa, como los sociales, se los vamos a dar, previo cobro de un monto que determinaremos. El resto veremos, porque no tenemos poder de concesión.
–¿El medidor está instalado?
–Sí, ya lo tenemos. Es compleja la realidad de Las Perlas porque cruzan dos cables, uno a la altura del puente y otro, de la calle Linares al fondo. Esto hay que mantenerlo. Este arreglo es un hecho histórico.
–La fugaz gestión de Lepen había analizado entrar en otros negocios. ¿Existe la posibilidad de abrir nuevos segmentos?
–Hoy tenemos un consejo que quiere trabajar y tenemos un plan para eso. Ese plan tiene como primera meta sanear la cooperativa, que implica sanear lo que tenemos y no crear nuevas unidades de negocios. Arrancar algo nuevo implica afectar bienes de los usuarios. No se puede arrancar aventuras con plata de los demás. Cualquier actividad nueva debe ser puesta en consideración de los usuarios, pero en el corto plazo vamos a solucionar pérdidas energéticas y económicas y modernizar la cooperativa.
–¿Cómo están trabajando con el tema de las pérdidas?
–Hemos adherido a la ordenanza del Concejo Deliberante que quiere regularizar las tomas. También con el IPVU estamos recorriendo barrios. Hay unas 5.900 en la ciudad de Neuquén que no están correctamente conectadas. Tenemos que trabajar con el municipio y la Provincia para regularizar.
Fuente: Suplemento “Energía” Diario Río Negro