El Régimen de Participación Público Privada (PPP) fue la apuesta principal del gobierno nacional para expandir la red de transporte eléctrico. Sin embargo, Mauricio Macri se irá del poder el 10 de diciembre sin haber construido ni siquiera un kilómetro adicional en el sistema de transmisión de extra alta tensión que recibió en 2015. Lo sorpresivo no es que esta modalidad haya fracasado en medio de la crisis financiera que viene padeciendo Argentina sino que se haya insistido hasta último momento sabiendo que un riesgo país por encima de 2000 puntos lo hacía absolutamente inviable.
A comienzos de 2018, se identificaron seis obras destinadas a ampliar el sistema de transmisión en extra alta tensión. En junio de ese mismo año se informó estaban trabajando en los pliegos para avanzar con la obra de interconexión entre las estaciones transformadoras de Río Diamante (Mendoza) y Charlone (noroeste de Buenos Aires).
La intención era subir el pliego en julio de 2018 y abrir un período de consulta de 60 días, pero la crisis desatada fue demorando los plazos. El 18 de diciembre, cuando la licitación estaba pronta a salir, el gobierno sorprendió al anunciar la suspensión de todos los proyectos de infraestructura vial, energética, educativa y ferroviaria que pretendía financiar a través del régimen de PPP. La explicación oficial fue que la suba del riesgo país, que ese día había alcanzado un récord de 787 puntos, encarecía el financiamiento y hacía inviable la puesta en marcha de este sistema.
El 8 marzo se lanzó la licitación a través de la resolución 81/19, pese a que el riesgo país se ubicaba en 768 puntos. Desde entonces la situación financiera no hizo más que empeorar, pero en lugar de abortar el proyecto se lo fue demorando. Finalmente, el jueves pasado se informó, a través de una circular que apareció perdida en la página 89 del Boletín Oficial, la decisión de postergar nuevamente el proceso hasta el 31 de marzo de 2020 por falta de financiamiento.
Fue la manera elegante que encontró el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, para intentar disimular el fracaso definitivo del proyecto, ya que en marzo habrá otro gobierno y con un riesgo país de 2437 puntos la situación financiera es tanto o más complicada que cuando el plan comenzó a tambalear.
El sistema PPP
Los contratos PPP son aquellos firmados por organismos que integran el sector público nacional y sujetos privados o públicos (como empresas estatales, siempre que intervengan en carácter de contratistas) con el objeto de desarrollar proyectos de infraestructura, vivienda, inversión productiva, investigación aplicada y/o innovación tecnológica.
La contratación contempla la constitución de un fideicomiso financiero que tiene a su cargo la suscripción y ejecución del contrato hasta su terminación. Los fondos que administra provienen de un cargo específico que para el caso del sector eléctrico lo abonan los usuarios que componen la demanda del sistema. Ese cargo depende en parte del costo del financiamiento que tengan las obras. Por lo tanto, a medida que el riesgo país sube el desembolso por parte de la demanda debe ser mayor.
Desde un comienzo, el objetivo inicial del oficialismo había sido reemplazar al contrato tradicional de Construcción, Operación y Mantenimiento de obras públicas, conocido como contrato COM, por el esquema PPP para darle participación al sector financiero a través de la emisión de títulos que el contratista iba a poder colocar en el mercado secundario para obtener fondos, pero a mediados de 2018 quedó claro que en el actual contexto financiero esa alternativa era inviable.
En lugar de volver a los contratos tradicionales para comenzar con alguna de las obras, el gobierno siguió insistiendo con la misma fórmula y perdió un año y medio más sin que se haya hecho absolutamente nada para mejorar la red de transporte eléctrica. Pese a ello, se adjudicaron decenas de proyectos del Programa Renovar, pese a no tener asegurada la capacidad de transporte.
La última novedad fue que el gobierno trabaja ahora en los lineamientos del programa TransportAr destinado a ampliar justamente las redes de transporte, pero ya será el próximo gobierno el encargado de realizar las obras que esta gestión no hizo.
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