Un proyecto oficial que está en el Senado contempla la eliminación del piloto en los calefones; habrá estímulos fiscales para la producción y la importación de equipos. Los especialistas en el tema dicen y repiten que la energía más barata es la que no se usa. El Gobierno convertirá el espíritu de esa afirmación en ley.
El 5 del actual se presentó en la Mesa de Entradas del Congreso un proyecto de ley de la senadora radical Pamela Verasay, que reemplazó en la Cámara alta a Ernesto Sanz, uno de los fundadores de Cambiemos. La norma, que cuenta con el apoyo del Gobierno y de la que participaron técnicos del Ministerio de Energía, que dirige Juan José Aranguren , busca declarar de interés público la mejora en la eficiencia energética de los calefones (no incluye los termotanques) y la reducción de «consumos pasivos» (cuando el piloto queda encendido) provenientes de la utilización de este tipo de artefactos en todo el país.
Si se aprueba, el proyecto implicará un cambio paulatino en algunos de los equipos que habitualmente se usan en los hogares. Quizás el mejor ejemplo sean los calefones. El proyecto contempla la eliminación de los equipos con piloto, que en la jerga técnica están asociados con el denominado «consumo pasivo», que serían reemplazados por unidades con tecnología más moderna.
Fuentes del Gobierno estiman, incluso, que se podría fijar por ley una fecha límite para la venta de equipos de gas menos eficientes.
La subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins, habló ayer sobre esa intención del Gobierno en una conferencia de prensa donde anunció los resultados de la primera campaña masiva de uso eficiente de la energía. Recordó que hay calefones con encendido electrónico y el Estado podría favorecer su fabricación en el país mediante la eliminación de aranceles de importación para insumos que no se producen aquí.
«El consumo pasivo implica un 5% del consumo total de un equipo. Si se eliminara el uso de todos los pilotos del país [si a los de los calefones se sumaran los termotanques y las estufas], se podrían importar 10 barcos menos de gas natural licuado [que llegan a los puertos de Bahía Blanca y Escobar y es el insumo más caro]», recordó Heins.
El objetivo oficial es que el proyecto se convierta en ley este año, pero esa intención cuenta con algunas trabas. La primera: es un período electoral que puede alterar el funcionamiento del Congreso. A modo de compensación, Heins recordó que los temas de eficiencia energética suelen contar con el visto bueno de la mayoría de los colores políticos.
El proyecto de ley también propone la creación de un régimen de promoción de inversiones para la fabricación de artefactos de gas de alta eficiencia para la producción de agua caliente sanitaria (ahí entran calefones y termotanques), y le deja al Gobierno la posibilidad de dictar medidas para fomentar la fabricación de esos artefactos, sus partes, insumos, componentes y equipamiento mediante la generación de incentivos y beneficios.
Pero hasta que estén dadas las condiciones, le abre la puerta a la administración de Mauricio Macri para que pueda «reducir o liberar de gravámenes o tributos de importación» a los componentes o insumos necesarios para su fabricación.
Según datos oficiales, el consumo de gas en hogares, comercios y edificios públicos para calentamiento de agua sanitaria representa aproximadamente el 33% del consumo en cada establecimiento. Y el total de la energía utilizada para este uso final equivale a aproximadamente al 50% de las importaciones anuales de gas.
Mucho antes de la potencial aprobación de la ley, el Gobierno lanzará, el mes próximo, una campaña para el uso responsable del gas.
«Con el uso responsable y eficiente de la energía no sólo contribuimos a la economía familiar, sino también a la seguridad energética del país, con el consecuente cuidado del medio ambiente», sostuvo Heins.
El mes próximo comenzará una campaña nacional para promover el uso eficiente del gas
El nuevo énfasis en el ahorro energético tiene su correlato pedagógico. Este año se hicieron cursos presenciales en 12 provincias, seminarios de formación en otras cuatro y se avanzó en la revisión de planes de estudio de las carreras de Arquitectura e Ingeniería, con la participación de 660 docentes.
En el futuro, las universidades nacionales lanzarán la diplomatura en Gestión Eficiente de la Energía y se dictarán cursos virtuales.
Como las estufas no suelen tener termostato, Heins dio un consejo artesanal para medir la temperatura ideal: «Hay que estar abrigado en invierno» dentro de cada casa, sostuvo. Son palabras similares a las que usó el año pasado el presidente Mauricio Macri.
Campaña para reducir el uso del gas
El mes próximo comenzará una campaña nacional para promover el uso eficiente del gas. Será similar a la que lanzó el Gobierno el verano pasado, en la que buscó -mediante spots difundidos en televisión y otros medios- mostrar lo complejo que resulta producir electricidad, pese a que su consumo hogareño puede resultar muy sencillo.
Además, las principales empresas distribuidoras del país harán llegar a los usuarios con sus facturas una guía de buenas prácticas para el uso del gas.
Entre otras cosas, se hará eje en que la calefacción es el mayor consumo energético en el hogar y se aconseja reducir con burletes las filtraciones de aire en puertas y ventanas, mantener en buenas condiciones los artefactos, climatizar a una temperatura promedio de 20 grados centígrados y usar ropa abrigada para estar en el hogar.