Como a lo largo de casi 7 mil kilómetros, Esteban López Jové y su Kawasaki con el número 161 vuelven a dormir juntos, con la tranquilidad que cada vez falta menos para cumplir el objetivo de estar de vuelta en Tecnópolis, en Buenos Aires. El neuquino cumplió otra destaca actuación en la décima etapa del Dakar 2015 y fue el mejor argentino en el parcial que unió Calama con Salta, donde arribó en la 23ª posición. Mientras que en la general ocupa la posición 30ª.
La décima jornada de competencia fue extenuante, es que los motociclistas tuvieron que salir muy temprano del desierto de Atacama, cruzar la cordillera a casi 4 mil metros sobre el nivel del mar y con temperaturas muy bajas, luego, en Salinas Gra
ndes (Jujuy) comenzó con lluvia el especial de 371 kilómetros que terminó en la pequeña localidad de Cachi, donde las motos hicieron campamento aparte por tratarse de una etapa maratón, sin asistencia de los equipos.
Con la mente puesta en cuidar la moto para poder terminar el Dakar, el neuquino tuvo un desempeño parejo, oscilando en los nueve controles de paso entre la posición 24º y 21º.
López Jové avanzó una ubicación en la general, con posibilidades de seguir creciendo, ya que entre él y el 26º hay poco más de media hora de diferencia.
El neuquino fue el mejor argentino en la jornada, teniendo en cuenta que Javier Pizzolito (Honda) tuvo hipotermia en el paso fronterizo y no pudo lograr un buen rendimiento.
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