El proyecto para independizar al Municipio de la Estación Terminal de Ómnibus de Neuquén (ETON) no parece ser una tarea sencilla. El análisis de las propuestas que se presentaron en el llamado a licitación planteó un nuevo interrogante: qué hacer y cómo seguir ante un resultado de una compulsa que no es conveniente y no alcanzó las expectativas que se esperaban.
El problema que obligó a pensar la necesidad de concesionar el servicio fue que el Ejecutivo desembolsa por mes 1.050.588 pesos, monto que, con el ritmo de la inflación, seguirá ascendiendo año a año.
El intendente Horacio Quiroga pidió terminar con este desembolso millonario sin perder la calidad del servicio de la ETON y propuso un llamado a licitación. Los concejales autorizaron y se inició el proceso, pero los resultados no fueron para nada buenos.
Frente a la casi seguridad de que la licitación quedará desierta, en el municipio se trabaja sobre dos posibles alternativas: llamar a una nueva licitación o directamente que la comuna asuma la prestación del servicio, para lo cual el intendente ya habría solicitado un estudio económico.
El proceso
La comuna desembolsa un poco más de un millón de pesos por mes para mantener el edificio que hoy está gerenciado por Parada Liniers. Esta empresa presta los servicios, administración y mantenimiento de la ETON con 60 empleados fijos. Ante un esfuerzo económico del que el Municipio quiere despegarse, el intendente, al poco tiempo de asumir su tercer gestión, llamó a concesionar el servicio por 30 años.
Para que sea rentable, se planteó que quien disponga del terreno ubicado en Solalique y Ruta 22, además de administrar la ETON, proponga nuevas unidades de negocios para que haga posible el mantenimiento de la Terminal sin la necesidad de que el Municipio lo subsidie mensualmente.
Así se platearon las cosas. Y cuando se abrieron los sobres, se conoció que alguno de los oferentes había propuesto un hotel, oficinas y un restaurante dentro del predio de la Terminal. Pero hoy, a dos meses de conocerse las ofertas, el panorama nuevamente es incierto. Ninguna de las propuestas convenció.
Las expectativas de esta compulsa pública estaban por encima de lo que finalmente se recibió. Se tenía la esperanza de que con la licitación se pudieran bajar los costos. La idea era que el Ejecutivo durante cinco años ayudara con 700 mil pesos mensuales para llegar a cero después de ese tiempo, pero los pliegos no vislumbraron eso, por lo que a la fecha todo vuelve a estar en un punto muerto.
El origen de las pérdidas
El principal problema que derivó en el déficit mensual que tiene la terminal neuquina fue que cuando se creó y pensó en su funcionamiento se planteó como sustento una tasa de embarque que se cobraría a partir de cada viaje que superara los 500 kilómetros.
Esta idea tuvo el rechazo instantáneo de los usuarios y una fuerte crítica de la sociedad que hizo que la tasa de embarque terminara en el olvido.
A partir de ahí, no hubo otra opción que mantener la Terminal con una ayuda económica estatal que se convirtió en un gran problema y dolor de cabeza para la comuna capitalina.
La solución a este gran déficit, por ahora es un misterio.
Fuente:lmneuquen.com.ar