El municipio de la capital otorgó 75 permisos de construcción en altura. Asocian el aumento en la actividad con la explotación de los hidrocarburos.
Basta con caminar cuatro o cinco cuadras en cualquier dirección para advertir el movimiento de ladrillos: en el casco céntrico de Neuquén hay más de 30 edificios en construcción y existen 75 permisos de obras de altura autorizados por la municipalidad, que representan más de la mitad de los emprendimientos que se proyectan para toda la ciudad.
Poco a poco el conglomerado urbano neuquino se va poblando de gigantes de hormigón y acero, y al levantar la vista se puede ver como las construcciones se van comiendo parte del cielo. Desde el sector de la construcción admiten que es la actividad petrolera la que impulsa el motor de los negocios inmobiliarios en Neuquén, convertida en la capital logística de Vaca Muerta.
El área centro se conforma de este a oeste desde las calles Illia hasta Fotheringham, y de norte a sur desde los corredores Doctor Ramón-Leloir hasta San Martín-Independencia. Según las estadísticas que maneja la dirección de Planeamiento Urbano, a cargo de Luis López de Murillas, en ese espacio hasta febrero de este año están permitidas 75 construcciones superiores a las dos plantas, sobre el total de 131 que integran toda la ciudad.
El funcionario explicó que en la capital se ha dado «una reconversión urbana del microcentro. La gente que vivía en casas céntricas busca lugares más alejados y tranquilos, opta por vender sus hogares aprovechando el alto valor de los terrenos».
Si bien el permiso de construcción no indica necesariamente que se esté desarrollando la obra, en una rápida recorrida se pueden contabilizar más de 30 construcciones en ejecución. Algunas calles principales son preferenciales, en ellas se edifican paralelamente dos o tres torres, por ejemplo: Leloir (en las esquinas de Miguel A. Camino, Entre Ríos y Las Violetas), Salta (entre Elordi y Belgrano, y entre Belgrano y Carlos H. Rodríguez) y Santiago del Estero (en la esquina de Roca y entre Carlos H. Rodríguez y Juan B. Justo) son algunas de ellas.
La llegada de las grandes torres trae aparejados nuevos trastornos urbanos. Todas las manzanas que limitan con la Avenida Argentina y el área de influencia comercial están minadas de camiones de todo tipo: transportes de materiales, hormigoneros y grúas; además se ven palas retroexcavadoras que sirven para demoler las antiguas viviendas del casco histórico, que por estos años va desapareciendo.
Otra historia son los contenedores repletos de basura y las veredas casi inexistentes. Hay centenares de carteles de precaución y algunos pallets de madera que sirven como improvisada y precaria pasarela para los transeúntes. Según López de Murillas es «un mal inevitable».
Pleno empleo para la Uocra
Al ritmo de la cantidad construcciones en ejecución creció la mano de obra ocupada. El secretario general de la Uocra, Víctor Carcar, indicó que en 2014 el sector registró un incremento del 20% de personal y vinculó esta suba de la actividad como un efecto colateral del desarrollo de la industria petrolera en el yacimiento Vaca Muerta.
Al ser consultado por la demanda de los trabajadores afiliados al gremio de la construcción, Carcar señaló que hay 9.300 obreros empleados en la actividad pública y privada.
El número toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que hasta inicios del año pasado eran 7.200 los trabajadores del gremio. «Incrementamos la media en un 20%, a lo que nos veníamos manteniendo», señaló.
A su vez estimó que hay entre 2.800 y 4.200, trabajadores que lo hacen por fuera del ámbito del sindicato.
En ese sentido detalló que «se están realizando unos 1400 viviendas mediante los créditos Procrear, en los cuales trabajan entre dos y tres obreros, que lo hacen por su cuenta».
Fuente: www.rionegro.com.ar