El reconocido psicólogo Alejandro Schujman, quien encabeza un programa de prevención de adicciones de Calf, advirtió acerca de los peligros del consumo de cannabis. Más 6 mil jóvenes participaron en el ciclo que se realizó a lo largo del año en 26 escuelas.

«La marihuana mata neuronas, va generando un deterioro progresivo y lento. Nadie se va a morir de una sobredosis de marihuana, que es lo que los chicos argumentan a favor y lo cual es cierto. Pero yo tengo pacientes de 30 años en tratamiento, que han fumado mucha marihuana siendo adolescentes y están limados».

De manera categórica, el prestigioso psicólogo Alejandro Schujman plantó posición en relación al consumo de cannabis, una sustancia que genera múltiples debates en torno a su legalización, su uso medicinal y recreativo. Estas declaraciones fueron en el marco de una conferencia de prensa que brindó junto al presidente de la cooperativa Calf, Carlos Ciapponi, para presentar el programa de prevención de adicciones que puso en práctica CALF en diferentes escuelas secundarias de la ciudad y de Plottier.

Desde fines del año pasado, el especialista en adolescencia y adicciones encabeza el ciclo de charlas y talleres «Calf es parte de vos» destinado a estudiantes de tercer, cuarto y quinto año para trabajar la temática a partir de la identificación de sus miedos, la motivación y promoción de sus proyectos de vida. La iniciativa, que incluye una actividad teatral con los padres de cada comunidad educativa, ya sumó 48 encuentros en un total en 26 colegios. El proyecto continúa y busca seguir creciendo.

Schujman sostuvo que «la marihuana incrementa la apatía y la abulia. Puede provocar psicosis tóxica, esterilidad y sobre todo modifica el estado de consciencia. Hay un desconocimiento enorme, los chicos se sorprenden cuando les cuento lo que esta sustancia efectivamente puede hacer. El año pasado interné a cinco pacientes por psicosis tóxica».

«Hay un montón de daños a corto y largo plazo que los chicos desconocen con la complicidad silenciosa y, a veces no tanto, de los padres que, incluso en algunos casos, cultivan en sus casas para que los chicos no fumen cualquier porquería. Esto es terrible. Son padres inimputables más que copados y entran en esta trampa de ‘todos toman, todos fuman'», advirtió el licenciado.

«Yo digo que a los padres se nos ha caído una letra, la letra ‘d’. y nos hemos transformado en pares. Se ha borrado la asimetría del vínculo. Los tiempos cambiaron, la esencia es la misma. Los chicos necesitan que estemos ahí para darles señales. Si no le damos señales, los dejamos solos y recurren a tres muletas: la tecnología, la sexualidad temprana y el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol», agregó.

En relación a este último punto, el psicólogo indicó que «la edad de inicio ha bajado en la última década a los 13 y 14 años». Aunque manifestó que no cuenta con una estadística de la región, recalcó que el consumo de alcohol y de drogas es frecuente. «Está casi dentro del cotidiano de los chicos y esto atraviesa todas las clases sociales: desde los colegios más humildes hasta los de las clases más acomodadas de Neuquén. Hablamos de un abuso de alcohol todos los fines de semana, en el mejor de los casos. Algunos chicos han referido consumo de cocaína y ahí hablamos del caso de adicciones complicadas. También hay muchísimo consumo de marihuana», subrayó.

«Yo vengo trabajando desde hace 32 años con esta problemática y soy padre además de ser psicólogo. Y me preocupa muchísimo. Se ha naturalizado el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas. Los adultos estamos dejando a los chicos muy solos. En las escuelas se ven chicos apáticos, aburridos, incomunicaciones, soledades», explicó y señaló que, en su mayoría, los jóvenes «tienen miedo a crecer, a fracasar, a decepcionar a los padres, a no poder sostener la economía familiar». E insistió: «A los padres les cuesta mucho tomar las riendas y acompañar a los chicos en el camino del crecer».

«Por eso con la gente de Calf dijimos ‘empecemos trabajando con los chicos para darles la palabra, instalar el debate y generar un nivel de sensibilización en la comunidad neuquina'», contó el especialista que en noviembre del 2018 arrancó su recorrido en la EPET N° 8 y llegó incluso a dar charlas en colegios nocturnos donde asisten personas de más de 18 años.

La pasión como antídoto

En sus encuentros con los jóvenes, Schujman intenta motivarlos, indagar en sus sueños y proyectos ya que para él, los mejores antídotos para luchar contra las drogas son «la pasión y las redes». «Es bueno generar cuestiones que los apasionen, que tienen que ver con la espera y poner la cabeza en lo saludable. Es importante que sepan que no están solos, que pueden pedir ayuda, que la palabra que circule, le de un otro en quién apoyarse, y también armar proyectos musicales y deportivos. Los chicos que tienen alguna cosa en la cabeza que los entusiasme y los convoque para hacer al día siguiente, ni piensan en drogarse. La droga es la satisfacción de lo inmediato. Si hay un proyecto a largo plazo, la droga deja de tener sentido en la cabeza de los chicos», postuló.

Por otro lado, destacó la práctica de la meditación como una alternativa «para que los chicos logren el mismo estado de relajación que genera el cannabis, aunque sin poner en riesgo su cuerpo».

Un proyecto que busca consolidarse y seguir creciendo

Tras celebrar el impacto que viene teniendo el ciclo «Calf es parte de vos», el presidente de Calf, Carlos Ciapponi, contó que la iniciativa nació para acercar a la cooperativa a las generaciones más jóvenes con el fin de que conozcan la labor que viene desarrollando hace años y generar empatía y un vínculo a partir de ponerse a disposición de sus problemáticas y necesidades.

Agregó que recién ahora le están dando mayor difusión porque viene otra fase en la que buscan involucrar más actores de la sociedad civil. «Si bien existe una difusión natural por parte de los estudiantes que participan de las charlas o los propios docentes, nosotros salvo el spot no hicimos prensa porque era importante mantener el grado de confianza. Nuestro objetivo era generar esta posibilidad de diálogo. Ahora estamos dándole mayor difusión porque viene otra etapa», anunció.

«Esto es como el problema de los asentamientos. Calf no hace obras y no puede dar servicio donde no están las condiciones dadas previamente, pero lo metimos en la agenda pública y empezaron las regularizaciones. Esto es igual. Nosotros vamos a hacer todo el ruido que esté a nuestro alcance para encontrar mecanismos para que hayan, por ejemplo, más centros de día. Vamos a destinar recursos e involucrar a otras instituciones. Ojalá tengamos respuesta del gobierno municipal, yo creo que sí. Al gobierno provincial le cuesta un poco más, pero creo que lo va a entender. Por suerte, cambió el gobierno nacional. De hecho, ya hemos tenido conversaciones con gente vinculada y probablemente contemos con su acompañamiento», dijo.

En sintonía, Schujman sumó: «Ahora el desafío es poder armar redes para el 2020 para dar respuesta a la demanda que genera esta primera etapa en la que armamos los puentes y trabajamos desde la prevención. En esta instancia el plan no está preparado para dar respuesta desde lo asistencial. Queremos y esperamos que se sumen varios actores más para abarcar más aspectos. «Vamos a seguir con el ciclo de charlas sumando a estudiantes de los primeros años y a trabajar articulados con los sectores de educación y salud. La idea es armar redes de jóvenes y bloques de adultos», agregó.

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