El Gobierno prorrogó hasta fines de 2019 el régimen de subsidio de 11 por ciento en promedio de la boleta eléctrica a unas 800 empresas que entran dentro de la categoría de “grandes usuarios electrointensivos”. Además, creó un nuevo segmento de “ultraelectrointensivos”, que pagarán apenas un cuarto del costo real, destinado a Aluar y a otras dos empresas dedicadas al rubro de la ferroaleación, que utilizan gran cantidad de electricidad para su proceso productivo. Esas tres firmas también tendrá el beneficio al menos hasta el 2019. El Gobierno considera que, entre este subsidio a grandes usuarios y la tarifa social para los usuarios residenciales, está dando respuesta a los problemas que puedan surgir para pagar la boleta eléctrica. Sin embargo, las pymes se quejan de que no exista un régimen específico que las contemple y también hay grandes usuarios que advierten que el listado de beneficiarios del subsidio eléctrico es muy restringido. En el Gobierno no descartan avanzar en un régimen similar para el gas.
En una resolución conjunta entre el Ministerio de Energía y el de Producción, el Gobierno creó el régimen de subsidio para los grandes usuarios que utilizan en forma intensiva la electricidad. Hay alrededor de 6 mil grandes usuarios dentro de la manufactura industrial. Son establecimientos que tienen un nivel de demanda de potencia igual o superior a los 300 kilovatios, empresas que emplean a un centenar de personas al menos. Esas firmas absorbieron el año pasado una suba de tarifas de al menos el 600 por ciento sobre la base de valores altos. “Fue el segmento más perjudicado, están pagando el valor real de la boleta”, dicen en el Gobierno. De ese universo, unos 800 ingresaron desde julio del año pasado a un listado elaborado por el Ministerio de la Producción, a partir del cual el Estado aportó durante seis meses un 11 por ciento de la boleta de luz en promedio. Ahora, se extendió ese beneficio hasta fines de 2019. De modo que esos usuarios estarán atados a los aumentos pero siempre pagando en promedio un 11 por ciento menos del costo real. El costo fiscal de esta medida es de alrededor de 750 millones de pesos al año.
El subsidio se aplica de la siguiente manera: la boleta se reduce en un 20 por ciento para los grandes usuarios que están dentro del régimen y consumen por debajo de los 4500 Mwh/año. Por encima de ese consumo y hasta los 9 mil Mwh/año el descuento es del 10 por ciento y arriba de ese valor y hasta los 15 mil Mwh/año aplica una baja del 5 por ciento. “El descuento en promedio es del 11 por ciento”, resumen en el Ministerio de Energía.
Por otro lado, el Gobierno creó la categoría de “ultraelectrointensivos”, cuyo consumo es igual o superior a 5 kilovatios/hora por cada kilogramo de producto elaborado. Son empresas que consumen una enorme cantidad de electricidad y por ello abonan un precio de la energía muy inferior al resto. Esta categoría fue pensada para sólo tres empresas. Se trata de Aluar, la multinacional Ferroglobe y Electrometalúrgica Andina (EMA). Estas compañías pagarán alrededor de una cuarta parte del costo real, que es el que afrontan la mayor parte de los grandes usuarios. Su tarifa estará atada a la cotización internacional del insumo difundido que producen. En realidad, Aluar, Ferroglobe y EMA no estaban pagando el aumento de la luz porque tenían a su favor amparos judiciales. El acuerdo es el levantamiento de la cautelares a cambio del ingreso al nuevo régimen de subsidio. En el caso de Aluar, el beneficio tarifario está atado también a un acuerdo con el Ministerio de Producción para reducir en un 14 por ciento el precio del aluminio primario, insumo del cual la empresa es proveedor monopólico.
El esquema tarifario en la luz queda de la siguiente manera: para los usuarios residenciales más necesitados está la tarifa social, que según datos oficiales beneficia al 31 por ciento de los hogares. El resto de los residenciales reciben cerca del 50 por ciento de la boleta subsidiada, cuando hace un año pagaban el 10 por ciento del costo real. En esa misma situación están las pymes, castigadas por la combinación del tarifazo, baja de ventas y aumento de importaciones. Las pymes no están contempladas en ningún programa tarifario específico. Los grandes usuarios pagan el costo real del servicio y para un puñado de esas empresas rige el beneficio que ayer se extendió hasta 2019. Las cámaras empresarias advierten que el listado de grandes empresas beneficiarias de ese subsidio es muy restrictivo. También critican que el año pasado hubo muchos problemas de cobro de ese subsidio. El listado para adherirse al régimen de electrointensivas estará abierto hasta el 30 de junio.
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