Las distribuidoras eléctricas de Neuquén y Río Negro se reunirán con funcionarios nacionales para unificar criterios en la aplicación de la tarifa social, que empezará a regir a partir de marzo. Mientras tanto, avanzan en el cruce de datos para definir el padrón de beneficiarios que accederán a un bloque de 150 kilowatts hora (kwh) de forma gratuita.
El encuentro, que aún no tiene fecha definitiva pero que podría realizarse en unos 10 días, contará con la presencia del EPEN, Edersa, las cuatro cooperativas que operan en Neuquén y las dos de Río Negro, confirmaron a este medio desde ambos gobiernos.
El tema de la tarifa social preocupa a las autoridades de ambas provinciales. Es que los criterios para definir quiénes podrán acceder a ella son complejos y dependen de diversas fuentes, tanto nacionales como locales.
Por ejemplo, podrán acceder al beneficio quienes sean titulares de un plan social. Pero a su vez, no deberán tener un auto con menos de 15 años de antigüedad, un criterio difícil de comprobar si la transferencia del vehículo no está hecha.
Por otro lado, hay personas que cumplen los requisitos pero que tienen medidor a nombre de otra persona.
Del mismo modo, hay planes sociales nacionales que se aplicaron a nivel municipal y no provincial, lo que implica tener criterios diversos según cada ciudad. Este es quizás el aspecto más complicado a resolver por parte de las distribuidoras.
En el caso neuquino, el ministro de Energía, Alejandro Nicola, mantuvo ayer distintas reuniones con funcionarios de otras áreas que empezaron a acercarle información sobre el tema. Del mismo modo, mantendrá mañana un encuentro con las cooperativas de Neuquén, Zapala, Cutral Co y Plottier.
Mientras preocupa a nivel político la definición de la tarifa social, puertas adentro de las distribuidoras analizan con detalle los números que tendrá definitivamente el aumento. Aunque aún no está claro de cuánto será el impacto en las tarifas, sí tienen una certeza: no podrán recuperar como tarifa social la energía que distribuyen en asentamientos y las tomas que están enganchadas a la red eléctrica.
Esto implica que tanto las cooperativas como el ente público EPEN y la empresa Edersa deberán pagar la tarifa plena por una energía que si distribuyen y compran pero no cobran. El tema seguramente motivará reuniones con las autoridades de aplicación para buscar una solución que evite el peso de las pérdidas sobre una sola espalda.
Fuente: www.rionegro.com.ar