En los primeros nueve meses de 2019 la demanda cayó 12,4%. En general en la provincia hubo una merma del 3,2% por el impacto de la crisis y las tarifas caras. En los hogares de la capital neuquina el descenso, según CALF, fue del 3%. Para Acipan la recesión económica comenzó a mostrar sus efectos locales.
En septiembre la actividad industrial del país acumuló 16 meses continuados con caídas. Neuquén navegó esos meses blindada del contexto de crisis que atravesó a la mayoría de los sectores productivos. Vaca Muerta fue la explicación. El derrame petrolero mantuvo buenos niveles de trabajo y movimiento económico. Sin embargo el blindaje comenzó a resquebrajarse en los últimos meses. El dato que lo confirma es la caída en el consumo eléctrico.
En los primeros nueve meses de 2019, comparado con el mismo periodo del año anterior, en toda la provincia se consumió un 3,2% menos de energía.
El dato es clave porque la demanda eléctrica está asociada directamente a la producción y el comercio. Sin embargo, la foto más compleja se consiguió en los yacimientos: el descenso en la demanda de energía fue del 12,4%. Y la proyección es que, producto del congelamiento del barril y la llegada de los meses cálidos que reducen el mercado del gas, mantengan y profundicen la recesión.
La demanda eléctrica en Neuquén se divide en tres grandes usuarios: domiciliarios (35%), comercios (25%) y grandes usuarios o industria (40%). Todos los segmentos tuvieron caídas del 1,5% en los primeros dos casos y del 5,7% en último de los sectores.
Sobre el consumo domiciliario, desde la distribuidora de la capital neuquina, la cooperativa CALF, aseguraron que en los últimos meses el descenso de la demanda fue del 3%. Lo asocian directamente al peso de las boletas en la economía doméstica. Incluso, en otras oportunidades, aseguraron que un 30% de las familias no puede pagar la factura en su totalidad.
Respecto de los comercios la situación no es muy distinta. Además se suma un menor actividad que, desde Acipan, adjudican al freno que significó para la industria petrolera el congelamiento del precio del barril. El presidente del organismo, Daniel González, indicó que el sector vive momentos de incertidumbre por las elecciones nacionales pero reconoce que la suspensión de operarios petroleros y la baja de equipos en los yacimientos afectan directamente la actividad comercial.
Industria y servicios
El sector industrial, como categoría de consumo eléctrico, incorpora a los grandes usuarios. Son aquellos que consumen más de 4380 MWh anuales. En sector se anotan grandes cadenas de supermercados, galpones de empaque y, en Neuquén centralmente, los yacimientos petroleros.
Muchos de ellos tienen autogeneración. Es decir que producen parte o toda la energía que consumen. En la provincia en este segmento se anotan con exclusividad, excepto una o dos empresas, los yacimientos de la Cuenca.
Este segmento, los industriales que tienen generación, es el que se desplomó: 12,4%. La explicación tiene que ver con un descenso de la actividad pese a que los indicadores productivos registraron subas. Los yacimientos con mayor demanda eléctrica en general son los campos maduros donde se necesita energía para sostener la extracción artificial.
También dentro de los grandes usuarios está la Planta de Agua Pesada de Arroyito (PIAP) que en 2018 consumió 19.605 MWh en los primeros meses. En lo que va del año, que coincide con su paralización total, no tiene consumos anotados según consigna Cammesa en el informe del sector.
Tomando los números totales para industria en 2018 el consumo fue de 680.478 MWh y en el mismo lapso de 2019 cayó a 642.333 MWh.
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