La cooperativa CALF detectó que en una toma sobre calle Huilén algunas familias engancharon los cables directamente del transformador.
El ingenio de algunos vecinos para contar con electricidad por fuera de los carriles legales, puede convertirse en una tarea en extremo riesgosa. La cooperativa CALF detectó que en una toma sobre calle Huilén algunas familias engancharon los cables directamente del transformador y de allí extendieron el cableado hacia sus viviendas.
«Estas conexiones, además de ser clandestinas, son altamente peligrosas para la vida de las personas porque la energía baja directamente con su máxima potencia hacia el interior de las viviendas», explicó Fabricio Torrealday, secretario general de CALF.
Una vez detectada esta irregularidad, personal de la cooperativa procedió al retiro de los cables para evitar daños personales y a la red eléctrica. Los técnicos aseguraron que enlazar un cable directamente al transformador de la manera que lo hicieron en la toma de Huilén, requiere de extremas medidas de seguridad y que fue realizado por alguien que sabe cómo hacerlo.
«Lo más común es que cuelguen los cables en las líneas de media tensión. Pero en este caso los engancharon al transformador, de allí hicieron un tendido de medida atada a algunos postes y de allí salen luego los cables hacia las casas», detalló Torrealday.
En la actualidad, CALF está iniciando un proceso de regularización de asentamientos y tiene registradas más de 6.000 familias que están «colgadas» a la red eléctrica de Neuquén. Esta situación le representa a la cooperativa un gasto cerca de $825.000 mensuales, lo que significa un 15% del total de la energía que le compra a Camesa.
«En el período julio 2013-junio 2014 registró una pérdida del 15.79% de energía debido a fraude, asentamientos y pérdidas técnicas», agregó Torrealday.
En el marco del proceso de regularización, CALF ya colocó pilares para el tendido eléctrico en 779 lotes ubicados en Valentina, Los Hornitos, Batilana, Toma Norte, Yupanqui, entre otros.